Sin embargo, es necesario plantearse qué es lo que entiende el gobierno ZP por política social.
Las parejas gays pueden casarse, y varios cientos de miles de inmigrantes más fueron regularizados. Si. Pero todo apunta a que ahí empiezan y acaban las medidas sociales de las que tanto han alardeado nuestros gobernantes. De grandes reformas en los sectores agrícola y ganadero, tendentes a asegurar su supervivencia ante el encarecimiento histórico de los carburantes y otras materias primas, nada de nada. De compensaciones a la flota pesquera para que puedan salir a faenar sin que el trabajar les suponga un coste, otro tanto de nada.
El paro aumenta hasta los dos millones y medio de personas, con subidas históricas en los últimos meses, entre ellos mayo. Y mientras tanto el gobierno discute con Italia la política de inmigración. Quizás sin tener en cuenta que el paro entre el colectivo extranjero ha aumentado un 67,2% desde 2.007. Las hipotecas sometidas al índice Euribor suben una media de 50 euros al mes. Pero el gobierno tampoco acomete grandes reformas en materia de vivienda, limitándose a otorgar comepensaciones económicas al alquiler para menores de 30 años.
La leche, los huevos y otros productos básicos siguen subiendo su precio alarmantemente. Sin embargo el gobierno se decanta por la inanición.
¿Conclusión? La política social de nuestro gobierno, aquella que afecta, interesa y perjudica a una inmensa mayoría de españoles es nula, invisible. Frente a ello se desvía la atención hacia aspectos de una relevancia secundaria, a los que se disfraza de medidas progresistas, de significativo avance para el país.
El socialismo gobernante carece por completo de una política social. Así de simple.