miércoles, 19 de septiembre de 2007

Infamia,simplemente.


La policía camboyana ha arrestado hoy a Nuon Chea, el considerado número 2 e ideológo de los Jemeres Rojos. Este movimiento armado de inspiración comunista, inició en 1975 uno de los regímenes más siniestros y criminales de toda la historia contemporánea. Según estimaciones de la ONU, más de 1.700.000 personas perecieron a manos de la Kampuchea Democrática, nombre oficial del estado camboyano por aquél entencones. Esto teniendo en cuenta que la población del país hace tres décadas no superaba los diez millones de habitantes.

En el periodo más sangriento del régimen Jemer, se llegó a la oficialización de la más neurótica y desquiciada política maoísta. Cualquier pequeño atisbo de no pertenencia al campesinado era motivo más que suficiente para iniciar un arresto que culminaba con una muerte más que probable.

Bien, pues a pesar de esto la comunidad internacional ha tardado casi treinta años en reaccionar de manera efectiva. Pero de poco servirá, ya que Nuon es uno de los poquísimos dirigentes Jemeres que aun sigue con vida. Y aun es más, si hiciéramos una rápida encuesta a pie de calle no tardaríamos en darnos cuenta que para la inmensa mayoría de los ciudadanos este asunto pasa desapercibido. Algo lógico si tenemos en cuenta que esta noticia ha ocupado apenas 30 o 40 segundos en los telediarios nacionales.

Enésimo ejemplo de la infamia con que se desenvuelven y actúan los justicieros universales.

Para algunos, hay crímenes que carecen de importancia.