martes, 23 de septiembre de 2008

Ahora sí

Con el rabo entre las piernas. Suponemos que así andarán a estas alturas todos aquellos liberaloides que durante años no han cesado en cantar con ahínco la grandeza del libre-mercado. Muchos eran los que afirmaban la superación definitiva del papel económico del Estado, y veían en la autorregulación del mercado una verdad casi definitiva. El imparable crecimiento económico animaba a ello. La economía especulativa parecía triunfar.
Y de pronto llega el derrumbamiento de las dichosas hipotecas sub prime, un golpe maestro que ha hecho caer o tambalearse a buena parte de las fichas de dominó colocadas en los primeros puestos del enriquecimiento especulativo a nivel mundial. El nerviosismo crece, al tiempo que decrecen los ingresos de bancos y grupos de inversión.

¿Cuál es la solución? Vuelta al intervencionismo estatal. El mercado, por sí solo ha fracasado. No de modo total, claro está, pero si ha sufrido un duro golpe. De modo, que el Gobierno estadounidense se ha visto obligado a intervenir tanto en la venta de Lehman Brothers como a hacerse cargo de las dos mayores compañías hipotecarias, Fannie Mae y Freddie Mac.

Ahora, nos vuelve a sonar aquello de las teorías KEYNESIANAS, ¿verdad?