martes, 9 de septiembre de 2008

¿Somos idiotas? Ellos lo creen así.

Pues si. Desde las instancias políticas y asociativas oficialistas creen concienzudamente que los ciudadanos españoles somos profundamente idiotas. Y a cada acontecimiento en la vida social de este país se empeñan en corroborarlo.
Atiéndase sino al caso de los incidentes de carácter étnico en Roquetas. Un muerto por una disputa sobre narcóticos, la comunidad subsahariana enfrascada en una revuelta sin sentido, cuyas consecuencias han pagado ambulancias, cabinas telefónicas y coches de bomberos, los escasísimos vecinos españoles asustados, y los clanes gitanos encerrados con llave en sus casas. Sin embargo, para nuestro ministro del interior y otros tantos altos cargos políticos el barrio de las 200 viviendas, donde ha tenido lugar estos hechos, ha sido y sigue siendo un ejemplo de convivencia. Si, convivencia, multiculturalismo y demás soflamas irreales inventadas por el buenismo y el progresismo español.

El que hasta ahora, sólo haya habido un incidente de estas características no hace desde luego un idilio ese barrio marginal. Porque las 200 viviendas, al igual que centenares de otros lugares parecidos por toda nuestra geografía, son verdaderos templos de la delincuencia y la inadaptación cívica. Esa misma inadaptación de la que hizo gala la racaille francesa en los suburbios de París y otras ciudades hace 3 años. Inadaptación por convivir con la miseria, la agrupación en clanes étnicos fuertemente resentidos, lo que los hace muy peligrosos, y alejados por completo de la normalidad de la vida del país en cuestión.

Un ejemplo; un senegalés entrevistado por la televisión, con una calma ejemplar y tratando de tansmitir un mensaje de serenidad, decía que no pasaba nada, que ellos sólo querían matar al gitano en cuestión y dar solución al problema. Así de simple. Sin tener conocimiento alguno del papel de la policía, los tribunales y el Código Penal de 1.995. Y si lo tenía, le daba igual pues se decantaba por aquello del ojo por ojo y diente por diente.

Pero no pasará nada. Las fuerzas de Rubalcaba calmarán la situación, el gitano será juzgado y desde los poderes públicos y medios progresistas se seguirá promoviendo este modelo erróneo de inmigración y acoplación social. Continuarán los guetos, los clanes tribales y el tráfico de drogas, mientras el progresismo vivirá en urbanizaciones muy distintas, la mayoría de los españoles seguiremos demostrando ser idiotas y dentro de un tiempo, vuelta al escándalo.

¡Que viva la idiotez!