sábado, 7 de junio de 2008

¿Cumbre de la FAO?

Ha sido una buena oportunidad para acercarse a Italia, conocer al nuevo gabinete del país transalpino, entablar relaciones sociales con otros líderes mundiales, ver una de las ciudades con más historia de toda Europa y... poco más. La verdad. Varios millones de euros gastados en la organización del evento, cerca de 130 países asistentes, varias decenas de jefes de Estado y de gobierno, personal técnico y de organismos especializados para finalizar con una declaración conjunta que no prevé ninguna concreta medida ejecutiva. Eso sí, se encuentra repleta de buenas intenciones.
Esta es la dinámica nefasta en la que ha entrado la comunidad internacional. Ni los objetivos del milenio, ni esta cumbre de la FAO ni absolutamente nada de nada acabará funcionado en el escenario internacional mientras lo único que interesen sean las fotos. Los niños del mundo seguirán pasando hambre. En cambio, ZP tiene magníficas oportunidades para lucirse con discursos llenos de una vehemencia solidaria aderezada con talante y moderación. Mientras, los agricultores, pescadores y transportistas de su país se arruinan.
Personajes tan impresentables como Robert Mugabe gozan también de unos minutos de oro. Para clamar contra la colonización europea en África, culpable de todas sus desdichas, cuando hace sólo unos años expropió millones de hectáreas a 6.000 granjeros europeos para acabar repartiéndolas a sus allegados. Quienes, por cierto, han arruinado los cultivos.

De nuevo, buenas intenciones y valores salieron a relucir. Casi al mismo tiempo que los distintos intereses de los diferentes países. Y de nuevo, nada de nada. Eso ha significado esta cumbre.