viernes, 3 de octubre de 2008

Balones fuera

Contestar en sesión parlamentaria de control al Gobierno que la culpa de la situación de crisis económica que vivimos nace en Wall Street y las famosas hipotecas sub prime norteamericanas, puede, sin duda, que sea verdad. Pero, desde luego, dice muy poco de un ejecutivo escudarse en este hecho ante las inquisitivas preguntas de una oposición (que estamos convencidos no lo hubiera hecho espectacularmente mejor). Y dice poco porque dentro de la peculiar situación económica vivida en España durante los últimos diez años, era fácil una previsión en torno al final del eje básico de nuestra economía; la construcción.
Decía sobre esto en un debate televisivo el abogado Javier Nart que se había vuelto ateo con respecto a la actividad de los economistas. Indignado ciertamente por la falta de previsibilidad del desastre que se alumbraba, y las poco visibles advertencias de estos profesionales. No es para menos. Por ese motivo, cabría cuestionarse acerca de que hacían los asesores económicos de Moncloa hace 3 o 4 años. Dónde miraban o sobre qué versaban sus análisis. Porque, insistimos, la predicción era sencilla. La lógica nos dice que es absurdo construir 2 casas por español, tal y como hubiera sucedido de no estropear la realidad los planes de los especuladores más avsipados. Y he aquí el cabreo que surge, o debería surgir, en buena parte de los españoles.

Por qué con el lobo a la vuelta de la esquina no se tomaron medidas preventivas, por qué no se trato, dentro de lo posible, de influir sobre la dependencia económica de la construcción. Y una cuestión muy importante, que ya se ha señalado en artículos anteriores, por qué motivo impulsó el Partido Socialista la llegada y legalización de inmigrantes, si la gallina de los huevos de oro estaba cerca del nicho. Ya lo dijimos, ZP atacó con ahínco al líder de la oposición sobre esta cuestión, perfilándose como el político de las regularizaciones. Ahora, apenas unos meses después, en voz baja y a través de un cabeza de turco para los media, como es el Ministro Celestino Corbacho, se aprueba un decreto para promover el retorno voluntario de inmigrantes.

Confirmando la más que absoluta falta de previsión, de buen hacer económico de este Gobierno, llamado así mismo el de las "políticas sociales".

¿Cuál es la respuesta? La culpa es de Wall Street. Nunca mejor dicho, balones fuera.