viernes, 22 de agosto de 2008

El ocaso europeo

La gran tomadura de pelo perpetrada en el marco del Consejo de Seguridad de la ONU contra los intereses rusos ha acabado de esclarecer el papel que los países europeos están jugando no ya en el conflicto del Cáucaso, sino en general en esta importante época de reestablecimiento de poderes y posiciones a nivel mundial. Nada de nada. Europa camina por su propio pie y con decisión hacia su ocaso. E incomprensiblemente, esto acontece cuando en teoría más se está trabajando por un verdadero proceso de integración europea. Lo que lo hace más catástrofico si cabe.
Europa está perdiendo su momento, y lo hace de manera bochornosa. Firmando acuerdos para el establecimiento de misiles norteamericanos y defendiendo las aspiraciones de pequeñas repúblicas satélite de los intereses estadounidenses. El error asusta por sus proporciones. En lugar de fortalecer y dar alas a la idea de Europa en letras mayúsculas, en lugar de tender puentes de comunicación hacia Rusia, país ligado por la historia al devenir europeo, Europa se diluye como ente político y militar cediendo el protagonismo a otros. Las élites occidentalistas de los países del este europeo venden a sus vecinos por un puñado de dolares, mientras que los socios más antiguos de la UE muestran una incapacidad sobresaliente para hacer causa común. Así sucederá, que llegaremos a un escenario internacional en el que las potencias mundiales habrán seguido el proceso de desarrollo cultural, económico y político marcado por Europa, pero ésta no será más que un mercado común y unos cuantos acuerdos de alcance internacional.

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