Finalmente, la manifestación convocada en Barcelona para el día de ayer bajo el lema "Ultratgem Espanya¡¡" (Ultrajemos a España) hizo su recorrido con normalidad por las calles del popular barrio de Gracia, ahora en fiestas. La marcha, convocada por las organizaciones separatistas Assemblea de Joves de Gràcia y Endavant, no contaba con la preceptiva autorización de las autoridades gubernamentales, lo que sin embargo no fue óbice para su celebración. Tal y como se informa el periódico El Mundo, los Mossos d´Esquadra no impidieron en ningún momento la realización de este acto ilegal, por carecer de autorización, y en el que también, como comenta el diario, hubo un recordatorio para tres colaboradores de ETA en prisión, además de cánticos arremetiendo contra España.La única conclusión que puede extraerse de esto, es que a algunos les sale muy barato quebrantar la legalidad. La celebración anunciada de actos y marchas ilegales, en las que además se llega a cometer un enaltecimiento del terrorismo, se respeta si los jóvenes que la celebran portan en sus manos banderas con la senyera estelada. En cambio, y por poner uno de los muchos ejemplos que se podrían aludir, la celebración de un homenaje a la memoria de los mártires del 2 de mayo madrileño, llega a pender de un hilo, pues las autoridades cambian hasta tres veces el lugar de la celebración del acto, en lo que constituye todo un intento de debilitación premeditada de la convocatoria.
¿Tienen algún motivo para la queja aquellos que, además de recibir cuantiosas subvenciones de la Generalitat, cuentan con absoluta libertad para hacer lo que les venga en gana?
La queja y el cabreo, más bien, está del lado de aquellos que respetando la legalidad son machacados en todo lo posible por no ser bien vistos.
