París no solamente es un crisol de culturas entremezcladas en el centro de la ciudad. Tampoco se reduce a las decenas de guetos que convierten su periferia en parques temáticos de la delincuencia. Ni miles de turistas arremolinados a los pies de la Torre Eiffel o las taquillas del Louvre. Ni siquiera ese gran centro financiero, albergue de Societé Generale y tantas otras grandes corporaciones.
París es mucho más. Es,ante todo,una grandísima ciudad; bella, histórica y plagada de riqueza cultural.Y es, la ciudad de los parisinos. No aquellos parisinos paquistanés ni parisinos de Beijing,es de los hijos de Saint Genevèive. Patrona de París a la que todos los años los parisinos orgullosos de serlo rinden homenaje por las calles de la capital del Sena.