sábado, 26 de abril de 2008

En defensa del trabajador español


Ahora, momento en el que todos los índices económicos apuntan malas previsiones y los diferentes gobiernos realizan sus gestiones para soportar la notoria recesión o crisis económica, es cuando nosotros volvemos la atención hacia los eternos olvidados, los eternos perdedores. Aquellos millones de hombres y mujeres que sufren en sus carnes, más que el resto, la subida de hasta un 20% en los precios de productos alimenticios. Los mismos que apuran hasta el extremo sus nóminas cuando las hipotecas ahogan y aprietan los dientes con fuerzas para soportar la última semana de cada mes.
El trabajador español.
Pilar olvidado sobre el que se sustenta el buen funcionamiento económico, a quienes los políticos olvidan y abandonan permitiendo una notoria precariedad laboral, en medios materiales y económicos, y con quienes las grandes empresas juegan para sortear sus malas rachas.
Aquel mismo que ha de hacer frente, él sólo, a una competencia injusta, en forma de trabajadores extranjeros que venden su mano de obra a precios de saldo. Y que son contratados en masa, más allá de tópicos progresistas, por grandes empresas telfónicas, comerciales y constructoras.

Por estos y mil motivos más, nosotros no olvidamos. Un año más, seguiremos en defensa del trabajador español.