Dos días de anuncio a bombo y platillo de un gran documental; qué hubiera pasado si la República hubiese vencido en la Guerra Civil. Se anticipó la colaboración en su realización de Paul Preston y otros prestigiosos historiadores. Y, de nuevo, más publicidad para el documental. Todo parecía indicar que en él se había invertido dinero y trabajo, que los realizadores habían realizado una gran labor de documentación y asesoramiento histórico. Sin embargo, la sospresa fue mayúscula. No por lo tendencioso de su contenido, previsto por el título y la cadena emisora, sino por la absoluta falta de rigor y el verdadero desenfreno en la ficción utilizada. Valga un ejemplo. Según el documental, si el bando republicano hubiera ganado la guerra, el rey Juan Carlos sería a día de hoy presidente del Comité Olímpico Internacional.
La cosa fue tan sumamente desustanciada que hoy, en una de las colunmas de El País, diario en cierta sintonía partidista con la línea de La Sexta, se lo ha tildado de la emisión más deprimente del fin de semana junto con la entrevista a Pajares.
Sobran más comentarios.