Sobre este líder independentista pesaban los cargos de crímenes de guerra y contra la humanidad que supuestamente cometió durante la guerra de 1.998-99. Los mismos cargos, por los que decenas de ex combatientes y responsables político-militares serbios han sido condenados sin paliativos. Esta absolución, unida a la de otro guerrillero albanokosovar, Idriz Balaj, en el mismo proceso, llevan, cuando menos, a cuestionarse la balanza de medir utilizada por este órgano de justicia internacional ad hoc. Una balanza que, según todo parece indicar, dejará sin castigar en un alto porcentaje los ataques, persecuciones, torturas o violaciones cometidas por parte de esta guerrilla y otros grupos independentistas contra la población serbia de Kósovo. Porque a pesar de la condena de 6 años para el tío de Haradinaj, las resoluciones condenatorias contra los combatientes albanokosovares que incurrieron en crímenes son verdaderamente escasas.
El por qué de esta desproporcionalidad en la aplicación de la justicia parece vislumbrarse con cierta facilidad. Que un tribunal impulsado en buena medida por EE.UU y creado, desde los presupuestos jurídicos, por el Consejo de Seguridad de la ONU (recordemos que EE.UU es miembro permanente del mismo), condene a quienes durante la guerra en Kósovo colaboraron activamente con activamente con los servicios secretos y ejército estadounidenses, parece poco probable. Como también lo es que se condene a quien, hasta su reciente detención, era considerado un socio fiable de la ONU. Parece ser que por eso, y aun a pesar de que testigos directos de los hechos por los que se le juzgaba han sido amenazados, este "héroe" albanokosovar podrá pasear al aire libre durante los próximos años.
A nuestro juicio una nueva, y van..., estafa organizada por el tinglado pseudolegal organizado en torno a los conflictos de los balcanes.